Page 91 - Vanguardia Leana
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¿Y mis amigos?
Es fundamental el mantener una vida social
durante la adolescencia, ya que la falta de
esta puede etiquetarte como un fracasado o
antisocial, lo que a su vez puede resultar en la
segregación y la persepción de ser “raro”. Sin
embargo no es necesario ser extremadamente
sociable, ya que esta puede generar desconfianza,
tal como si estuvieses ocultando algo.
Es esencial tener un grupo de amigos, el cual no
puede ser ni muy reducido, ya que podrían decirte
"qué pocos amigos tienes", ni muy extenso, porque
podrían advertirte que "no todos son tus amigos".
Además, ellos deben ser una ”buena influencia”,
ya que de lo contrario podrías enfrentar
problemas con tus padres, los cuales
seguramente prefieres evitar.
Además, está el factor "salidas". No siempre puedes salir,
pero parece que todos los demás si pueden hacerlo, lo
cual puede llevarte a sentir deprimido. Asimismo existe la
presión de encontrar pareja, ya que parece que “todos lo
hacen” y si no lo logras te enfrentas a comentarios como
“nadie te quiere” o “eso te pasa por raro”.
Con todas estas presiones, provenientes de diversas
fuentes, la experiencia de la adolescencia no resulta tan
gratificante. Te encuntras constantemente estresado, lo
que no solo afecta tu bienestar presente, sino que
también te preocupa el futuro y vives en un constante
estado de tensión y fatiga.
Exceso de trabajo.
Según Han, el exceso de trabajo
y la busqueda constante del
rendimiento se intensifican y se
transforman en formas de
autoexplotación. Esto implica
que los adolescentes perciben
que las presiones y demandas
de la sociedad contemporánea
los conducen hacia la
autoexplotación, convirtiéndose
en sus propios explotadores, ya
que interiorizan la lógica de la
sociedad centrada en el
rendimiento.
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